Desde Sevilla, en la República Independiente de Triana, Irene sueña, palpita, recrea y planifica sus proyectos que le vienen mientras hace la compra, lleva al niño al colegio o sufre insomnio a las cinco de la mañana. Sus personajes no son guapos, pero tienen algo. Nos enternece su grosería estética, el desencanto, el amargor… Porque a Irene le gusta inspirarse en la cara B de la vida. Estudió Bellas Artes, donde aprendió mucho de sus colegas de pupitre. Ha participado en muchas exposiciones colectivas e individuales y ha recibido algún que otro premio de pintura. Fue artista multidisciplinar hasta que decidió dejar atrás el Espíritu renacentista y centrarse en los pinceles. Aunque podemos ver ilustraciones suyas en revistas y diversas publicaciones, así como pinturas en lienzos de gran formato, Irene también escribe y algún día volverá a cantar flamenco.